miércoles, 16 de mayo de 2018

Wilson, la carrera futbolística del caudillo blanco

Ferreira Aldunate fue presidente de la AUF durante un mes y candidato a presidente de Nacional por algunas horas, hace ahora 50 años.

Por Luis Prats, socio del CIHF.

Wilson Ferreira Aldunate, de cuyo nacimiento se cumplieron 99 años en enero, fue el último caudillo del Partido Nacional. Diputado, senador, ministro de Ganadería, candidato a la Presidencia de la República y enconado enemigo de la dictadura militar instaurada en 1973. Pero antes de eso, siguiendo la larga tradición que vincula al fútbol con la política en el Uruguay, fue dirigente de Nacional durante varios años, presidente por algo más de un mes de la Asociación Uruguaya de Fútbol y candidato por un día a la presidencia de los tricolores.

De su amor por Nacional se cuentan muchas historias, como cuando publicó un aviso solicitando empleada doméstica para su casa y puso como condición que no fuera hincha de Peñarol. Como todo hincha, de acuerdo con los resultados solía hacer bromas pero no le gustaba recibirlas.

Antes de cumplir 30 años ya era dirigente del club. Actuó como delegado en la AUF y secretario general de la institución. Intervino en las negociaciones para contratar en 1950 al crack argentino Rinaldo Martino. 

En la AUF, Ferreira Aldunate fue uno de los dirigentes que acompañó la gira de la Selección por Brasil, previa al Mundial de 1950. En una serie de tres partidos ante los brasileños, los celestes ganaron uno y perdieron ajustadamente los otros dos, pero por sobre todo se convencieron de que podían derrotarlos en la Copa del Mundo. 

Ya entonces Ferreira Aldunate militaba en política, pero recién en 1954 ingresaría a la Cámara de Diputados, como suplente de Washington Beltrán. Cuatro años después fue elegido diputado por Colonia.

En ese 1958, el Partido Nacional ganó las elecciones nacionales. Y como en la AUF funcionaba una ley no escrita que vinculaba la dirección del fútbol con el partido de gobierno, el presidente de la AUF pasó a ser un militar blanco, el general Omar Porciúncula, acompañado como vice por Ferreira Aldunate. Eran los tiempos de la Junta Dirigente, comparada muchas veces con un pequeño parlamento. De allí que muchos de los delegados fueran también políticos y miembros del otro Parlamento.

En 1962, Porciúncula tuvo que viajar a una conferencia militar y Wilson quedó al frente de la AUF, justo cuando se produjo un choque con Nacional. La Selección debía realizar una gira por Europa, preparatoria para el Mundial de Chile. Pero las fechas coincidían con la participación tricolor en la Copa Libertadores, por lo cual el club (presidido entonces por otro dirigente blanco, Eduardo Pons Etcheverry) no quería ceder a sus nueve jugadores convocados. 

El asunto determinó que Wilson se enfrentara con el club de sus amores, entre otras razones porque él mismo había participado en la confección de la gira. Durante varios días hubo debates airados, acusaciones e intentos de mediación, hasta que al final todo se solucionó: se postergó la definición de la Libertadores hasta después del Mundial, la AUF redujo el número de tricolores convocados y la gira se hizo, aunque sus resultados fueron desastrosos.

Durante la década de 1960, el prestigio político de Ferreira Aldunate siguió creciendo. Y si bien sus actividades como ministro y senador le quitaron tiempo para el fútbol, a comienzos de 1968 fue invitado a postularse a la presidencia de Nacional. Seguramente lo tentó la posibilidad de cambiar el estado de cosas del momento, que marcaba el predominio de Peñarol. 

El lanzamiento de la candidatura, el 15 de enero de 1968 en el Casal Catalá, sorprendió a muchos de sus allegados. De inmediato trataron de convencerlo para que renunciara pues consideraban que una gestión tan absorbente como la presidencia de Nacional iba a representar un obstáculo para su acción política.

En las horas posteriores otros postulantes se bajaron de su lista, lo que llevó Ferreira Aldunate a desistir de su intención. En su lugar, el candidato a presidente fue su amigo el contador Mario Bucheli, gerente general del Banco Central del Uruguay desde su creación en 1967. Al final, el triunfador en esos comicios fue Miguel Restuccia, uno de los pocos postulantes sin actividad política.

Después vinieron las discutidas elecciones nacionales de 1971, en las cuales Wilson resultó el candidato más votado pese a lo cual resultó presidente Juan María Bordaberry; un poco más tarde, el golpe de Estado y el exilio. En 1984 regresó al país, pero fue detenido de inmediato por el gobierno militar. El día que le tocaba recibir la medalla por sus 50 años de asociado de Nacional estaba preso en el cuartel de Trinidad. Pese a eso, se anunció su nombre durante la ceremonia en la sede de la avenida 8 de Octubre y una de sus nietas fue a recoger la medalla, ante un gran aplauso.

La última vez que se vinculó a Ferreira Aldunate con el fútbol fue en 1987. Durante una de las habituales crisis de autoridades en la AUF, su nombre se puso sobre la mesa para presidir la institución, según informó entonces El País. Ya envuelto nuevamente en la actividad política partidaria, no aceptó la invitación. Poco después se supo que estaba enfermo de cáncer; fallecería en marzo de 1988.


 

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